Lily Doar

De mi cuerpo resistiendo el temblor por tu presencia, tus manos y tu piel. Mujer sibarita, te hablará del calor el silencio, ése, al que tanto quise. De tus ojos ceñidos, tu expresión fuerte y esa mirada, se labra mi futuro y se satisfacen mis ganas. Te tengo, Te admiro. Te quiero                  y sin embargo te dejo ir. El Remolino que es tu amor,  y la noción de esta Vida Loca.

Tanta libertad no se podía contener en un solo lugar. Tu discurso es sentir las olas del mar,  ese vaivén tan dulce  como violento.  Eres algo natural, ecuanimidad y mar excitado. Un arte es contenerlo en tu figura gitana. Besos de aire puro y agua de mar,                                                             y yo fui la luna.

Las mujeres Los astros y las playas. La tranquilidad y la vida. La ecuanimidad y las pasiones. Los recuerdos y el hoy. El aprendizaje y el hoy. La vida y el hoy. Tú y las demás personas.

Desnuda entre las sábanas de tu piel en la libertad de mis horas en el agasajo de tu existencia

Tenerte sería como querer atrapar el mundo entre mis manos. Sería como querer ver indestructible el vidrio al caer. Y es imposible como fácil es quererte.

Mi maldita velocidad. Yo siempre rápido y absoluto. Me han dicho irresoluto. Y cambiante. Mas sólo yo sé, que sigo mi razón tal como me dice el corazón.

Hubo un día más. Después de creer que te había sido el último. Llegó un día más. Seguiré escribiendo sobre ese momento. Toda la vida.

Siempre recordaré ese paraíso que tu y yo creamos  en el cuarto de arriba de esa casa vieja,  la noche que nos abrigó en la terraza  cuando mi cara se acomodó en tu cuello  y yo conocía tu estatura;  voy a recordar cuando hacíamos el amor mientras caía la ese aguacero, que en otro momento hubieras ocupado para dormir, y la tarde de sushi y vino donde me abriste tu corazón. En ese lugar vimos nuestro reflejo.  Nos reconocimos; ahí te hablé del amor y de la espera,  y tú me confesaste tus antagonismos mientras  yo los difuminaba con la poesía de nuestra historia y tú te sabías única.  Ese lugar como tú están marcados en mi alma. La flor que me dejaste vivirá conmigo, la intención que tiene o la que yo le creé  y el día que me llevaste el desayuno a la cama.  Pasar por ahí será acordarme de esto.  Escribirlo será llevarlo conmigo siempre.

Día uno sin ti, me has dejado una maceta que quiero llevarme a todos lados.                        Y un sentimiento que me pisa los talones.                         Te veo por encima del hombro de la gente.

Amarte significa amarme a mi y sentirme libre, realizar mis objetivos -sueños-, significa el placer de compartir nuestros triunfos y disfrutar en la intimidad de nuestras almas. Amarte es el camino de mi intución en el sentido -también único- de todos los significados que me han adquirido. El medio y el fin de mis amores. Amarte es la fuerte conexión del espíritu y en el sentido más humano; seguir en la eterna búsqueda de la paz mental, la satisfacción sexual, el equilibrio emocional y la libertad intelectual.