Verte

Te encontré entre el marco de la puerta,
morí en el rojo de tus labios
precisamente antes de abrazarte.

Traté de guardar tu aroma
por si te perdía de nuevo
acudir a él después.

Mas me acompañó algunas horas
y se fue yendo como humedecía la tarde
mientras yo decidía quedarme.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Le entregando mi ser

Algo que he aprendido es que:

Inicio